lunes, 23 de abril de 2012

Identificando la Depresión


    
La tristeza, el cansancio o el desánimo pueden ser síntomas aislados que podríamos sentir en algún momento de nuestras vidas. Ellos por si solos no determinan que estemos deprimidos.
     
Sin embargo, si esos indicadores se hacen persistentes y se acompañan por dificultades al dormir, cambios en los patrones alimenticios, melancolía, dificultad en concentrarse, pensamientos recurrentes de muerte, baja autoestima, entre otras, entonces se evidencia la posibilidad de una depresión clínica.

-         Debe persistir por lo menos 2 semanas

-         Puede ser concomitante con otras enfermedades

-         Etiología: factores genéticos, bioquímicos y sicológicos

-         Es más común en mujeres que en hombres

-         Tiende a darle más asociación a la culpa, el llanto, asociación a cambios hormonales, sentimientos de inutilidad

-         En hombres: irritabilidad, fatiga, pérdida de interés en actividades placenteras; tienden más a recurrir al uso de alcohol y/o drogas.



Esta es una condición que puede presentarse en cualquier etapa de desarrollo. Niñez, adolescencia (se manifiesta en aislamiento, rebeldía, automutilación, conducta de riesgo) y en personas de tercera edad. Hay condiciones físicas tales como los dolores crónicos de espalda, enfermedades coronarias, derrame cerebral, cáncer, que pueden provocar depresión.
Las tasas mayores de suicidios, son en hombres mayores de 85 años, ya que en la vejez muchas personas tienen que enfrentar múltiples cambios a nivel físico, económico y social, entre ellos pérdidas de seres queridos y soledad.

Las buenas noticias son que hay un sin número de formas en que una persona puede combatir la depresión. Desde fármacos, terapias sicológicas como la hipnosis ericksoniana, la conductual-cognitiva y hasta haciendo ejercicios, manejando su dieta así como mediante métodos alternativos como el reiki, la acupuntura y el chi kung, entre otros.

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